10 años de Sedatu, el reflejo de una transformación

En 2023, específicamente el 2 de enero, se cumplieron 10 años de la creación de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu). Ha sido una década de cambios profundos y conquistas que han transformado a la Sedatu en una institución clave para reducir las desigualdades que más nos lastiman como sociedad.
Los orígenes de nuestra secretaría se remontan a tiempos de Lázaro Cárdenas, en especial con la repartición de tierras entre ejidos y comunidades. El fortalecimiento del sector agrario tras la Revolución hizo necesaria una dependencia del Estado que se ocupara del ordenamiento territorial y el desarrollo en el campo. Eventualmente, se creó la Secretaría de la Reforma Agraria (SRA), en 1970, que fue la primera predecesora directa de la Sedatu. Las funciones de la SRA fueron fusionadas con algunas realizadas por la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), para crear una secretaría independiente, más especializada y encargada también del desarrollo urbano.
Así, en 2013, surgió finalmente la Sedatu. Aunque nació de las mejores intenciones y con antecedentes sólidos en la lucha agraria, lasecretaría tuvo sus primeros años durante la decadencia del periodo neoliberal, momentos dañinos para el desarrollo nacional. Desafortunadamente, durante sus primeros años no fue aprovechada al máximo; sus funciones más importantes se vieron diluidas por la corrupción, por la falta de visión social en las políticas de vivienda y por la ausencia de una comprensión real de las necesidades de la gente.
A principios de este sexenio, tuvimos que reconstruir la Sedatu. Además de ser una de las tres dependencias más chicas de la administración pública, heredamos una secretaría en mal estado y sin perfiles técnicos. Fue necesaria una reestructuración desde arriba para regresarla a su vocación originaria, auténticamente social, al servicio de las personas y sus necesidades.
El cambio más importante fue el perfil de nuestros equipos y el corte de nuestras labores. Cuando antes se hacía un trabajo esencialmente político, desde el escritorio, hoy tenemos equipos técnicos altamente calificados que parten de la premisa de que hay que salir a campo, conocer las demandas de la gente y supervisar el avance de nuestros programas. Por otra parte, hemos integrado al sector de la vivienda a nuestras actividades. Partimos de una base común: la vivienda es el núcleo del desarrollo en México, desde lo individual y lo familiar hasta lo comunitario y lo social. Sabemos que la vivienda es un derecho humano antes que cualquier otra cosa, y estamos comprometidos con su garantía. Por ello, el combate al rezago, la reconstrucción y el fomento a la autoproducción de vivienda están entre nuestras más altas prioridades.
De la mano de los Organismos Nacionales de Vivienda, la Sedatu encabeza un trabajo coordinado sin precedentes para atender las carencias en vivienda en el país. Todo este trabajo está dando resultados. Según el último análisis del Coneval, las carencias por espacios en la vivienda fueron las dos que más disminuyeron entre 2018 y 2020. De la misma forma, el rezago habitacional en México, que se mantuvo prácticamente sin cambios durante 20 años, en los primeros dos años de esta administración ha disminuido en un millón de viviendas.
Hoy, la Sedatu es otra, y se debe al compromiso de un equipo de profesionales que aman lo que hacen. Estamos por llegar a mil obras construidas a través del programa de Mejoramiento Urbano, que ya lleva casi 100 reconocimientos nacionales e internacionales de arquitectura y urbanismo.
La Sedatu a 10 años de su fundación tiene mucho que celebrar, sobre todo por su equipo de trabajo que me honra dirigir y la transformación sin descanso que estamos llevando a cabo en lugares a donde no se había llegado nunca. Creemos firmemente que un gobierno surgido de la voluntad genuina de ayudar al pueblo puede transformar sus instituciones para devolverles su vocación auténtica. Hoy estamos cumpliendo el compromiso con quienes confiaron en nosotros, trabajando para construirles un futuro mejor y sobre todo más igualitario.
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Esta columna fue publicada el 5 de enero de 2023 en Excélsior